Tratemos ahora el proceso cualitativo. Los planteamientos cualitativos resultan apropiados para aquellos investigadores que pretendan estudiar el significado de las experiencias y valores humanos.
El planteamiento cualitativo suele incluir los objetivos, las preguntas de investigación, la justificación y la viabilidad, además de una exploración de las deficiencias en el conocimiento del problema y la definición inicial del contexto, aunque los objetivos y las preguntas tienen una naturaleza distinta que en la investigación cuantitativa dado que la cualitativa no busca precisar el problema de estudio al iniciar el proceso.
Los planteamientos del problema cualitativo son más flexibles que los de los cuantitativos ya que en lugar de establecer variables “exactas”, identifican conceptos esenciales para iniciar la investigación. Además, los planteamientos cuantitativos están fundamentados en la teoría, mientras que los cualitativos se fundamentan en la experiencia e intuición. De manera que mientras que los planteamientos cuantitativos se orientan a probar teorías, hipótesis y/o explicaciones, así como sus correlaciones, los planteamientos cualitativos se orientan a aprender de experiencias y puntos de vista de los individuos y a generar teorías que se fundamentan en las perspectivas de los participantes.
Respecto a si debemos tener en cuenta la literatura al plantear el problema de estudio cualitativo existe una diversidad de opiniones. Por un lado, hay quien opina que no debe revisarse la literatura ni tenerla en cuenta. Otras opiniones, más razonables para Sampieri, plantean la importancia de revisar la literatura para identificar conceptos útiles y sus definiciones o la conveniencia de revisar trabajos previos para elaborar una perspectiva teórica aunque finalmente la conservemos solo como marco de referencia.
En cualquier caso, el nivel de uso de la literatura dependerá de cada investigador. Hay que tener en cuenta que, aunque no nos basemos en ella, la literatura puede sernos muy útil como apoyo. Aunque el enfoque cualitativo es inductivo (comienza con la observación), necesitamos información sobre lo que vamos a estudiar.
A partir de la revisión de la literatura debemos elaborar un marco teórico que, en estas investigaciones cualitativas, no deben empañar la tarea inductiva. Esto es, los datos que se obtengan durante la observación prevalecen sobre el marco teórico, éste no prefigura el planteamiento del problema.
En la investigación cualitativa, normalmente, las hipótesis se generan durante el proceso, el investigador va generando hipótesis que se precisan conforme avanza la investigación y se extraen más datos. Estas hipótesis son, además, flexibles, emergentes y contextuales, es decir, se adaptan a la investigación y surgen de la misma.
El siguiente paso del proceso cualitativo, tras haber elaborado el planteamiento y definido el papel de la literatura, es ingresar en el ambiente: elegir un ambiente y responder a las preguntas de investigación. La primera tarea es explorar el contexto seleccionado, visitarlo y evaluarlo con el fin de asegurarnos de que es el adecuado.
La accesibilidad al ambiente resulta trascendental. En ocasiones, la negociación es directa con los participantes pero en otras se tendrá que negociar con quienes controlan el ingreso al ambiente (llamados gatekeepers). Para tener acceso al ambiente se recomienda desarrollar relaciones, elaborar una historia sobre la investigación (tratando de evitar que contar la investigación tenga efectos obstrusivos), no intentar imitar a los participantes ya que es preferible optar por un diseño de investigación participativa, planear el contexto al ambiente o campo pues debe resultar natural y no engañar bajo ninguna circunstancia.
El investigador debe conseguir una inmersión total en el ambiente a través de la observación de todos los eventos que ocurren en el ambiente (aunque más tarde se irá centrando en los aspectos de mayor interés), entender a los participantes y no sólo registrar datos o hechos, establecer vínculos con los mismos, adquirir su punto de vista durante la investigación para alcanzar una mayor comprensión, recabar datos sobre los conceptos, lenguaje y maneras de expresión de los participantes, describir el ambiente, tomar notas, generar datos como recabar objetos y artefactos… entre otros.
El investigador escribe lo que observa, escucha, percibe… para ello se emplean normalmente las anotaciones y la bitácora o diario de campo.
Las anotaciones o notas de campo se emplean para llevar los registros y elaborar anotaciones durante los eventos o sucesos vinculados al planteamiento (anotando también la fecha y la hora). Las anotaciones pueden ser de diferentes clases: anotaciones de observación directa, anotaciones interpretativas, anotaciones temáticas (ideas, hipótesis, descubrimientos… que, a nuestro juicio, vayan arrojando las observaciones), anotaciones personales (del aprendizaje, los sentimientos, las sensaciones del propio investigador) y las anotaciones de la reactividad de los participantes (cambios inducidos por el investigador y situaciones inesperadas).
En suma, las anotaciones actúan como recordatorios de aspectos relevantes, de la descripción del ambiente… y contienen las impresiones iniciales y las que tenemos durante la estancia en el campo.
En cuanto a la bitácora o diario de campo, en la que pueden registrarse las anotaciones, incluye: las descripciones del ambiente (iniciales y posteriores), mapas, diagramas, cuadros, esquemas, listados de objetos recogidos en el contexto indicando su significado y contribución al planteamiento…
Como resultado de esa inmersión total en el ambiente, el investigador debe identificar qué tipos de datos deben recolectarse en la investigación, la muestra de la misma, el cuándo y el dónde y por cuánto tiempo.
Fuentes:
-HERNÁNDEZ SAMPIERI, C.R. (2006) Metodología de
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