Existen diferentes tipos de diseños de investigación. En concreto, se distinguen tres tipologías de diseños.
Los diseños preexperimentales o correlacionales se caracterizan por la ausencia de manipulación de las variables y por la realización de una única medición del fenómeno. Además, existen diversas modalidades: diseño de un único grupo con una sola medición, diseño pretest-postest de un único grupo y la comparación entre un grupo experimental y otro de control, sin ninguna medición previa.
En cuanto a los diseños experimentales o de observación controlada, decir, se caracteriza por una serie de actuaciones que el investigador realiza con el fin de controlar las posibles fuentes de invalidación de la investigación. Entre dichas actuaciones se encuentran la manifestación experimental, es decir, la alteración que el investigador introduce en la realidad que analiza a priori) y la formación de grupos de control. Recalcar que la elección de los individuos es aleatoria.
La desventaja de estos diseños es que carecen de validez externa debido a esa manipulación que lleva a cabo el investigador.
Los diseños cuasiexperimentales, por su parte, se caracterizan por el hecho de que puede haber manipulación experimental de la variable independiente como en los diseños experimentales pero se diferencian de estos últimos en que los primeros acontecen en el contexto de la vida real. En este caso, además, los individuos no se asignan de forma aleatoria y la actuación del investigador no se limita a la observación.
Por otro lado, según cómo se haya planificado la recogida de información, los diseños pueden ser seccionales (recogen la información en un único momento) o longitudinales (la recogida ocurre dos o más veces en el tiempo). Existen diversas modalidades de diseños longitudinales: de tendencias, de cohorte y de panel.
El diseño longitudinal de tendencias trata de describir la población total: su evolución, tendencias y cambios; su instrumento de medición no varía pero sí su muestra de estudio.
El diseño longitudinal de cohorte o varias cohortes centra su interés en una subpoblación que comparte una misma característica, se analiza su evolución y, para ello, se selecciona una muestra distinta entre los individuos que conforman la cohorte seleccionada.
El diseño longitudinal de panel analiza la evolución de los mismos individuos en diferentes periodos de tiempo. Las desventajas son evidentes: costes económicos, riesgo de sesgos en mediciones posteriores, dificultad de localización de la muestra elegida al inicio del estudio…
Por último, según los objetivos de la investigación, los diseños pueden ser exploratorios, descriptivos, explicativos, predictivos y evaluativos.
El diseño exploratorio se emplea cuando se tiene poca información sobre el problema de estudio. Su propósito, por tanto, es la familiarización con el mismo y, también, comprobar si la investigación es factible y qué estrategia se adecúa más al análisis que se va a llevar a cabo.
El diseño descriptivo es un paso previo muy importante para la realización de una investigación. Consiste en la descripción del fenómeno para obtener información mediante alguna o varias estrategias de investigación.
Tras describir el fenómeno hay que buscar posibles causas o razones de cualquier fenómeno que se analice (diseño explicativo).
El diseño predictivo se basa en predecir la evolución futura del fenómeno después de su análisis presente mediante la descripción y la explicación.
Por último, el diseño evaluativo busca la aplicación de procedimientos de investigación de manera sistemática y rigurosa. Se distinguen diversas modalidades de evaluación.
Una de ellas es la evaluación del impacto o efectos de un programa incluye la evaluación de resultados, de efectividad y sumativa y consiste en comprobar si el programa está siguiendo unas pautas de actuación acordes a sus metas originales.
Por otro lado, la evaluación del proceso, formativa o del desarrollo trata de describir en qué consiste y cómo funciona el programa en la teoría y en la práctica.
También es importante, como modalidad de evaluación, la valoración de necesidades que consiste en la identificación de las necesidades prioritarias que el programa debe atender.
La evaluación mediante análisis de sistemas, por su parte, busca el análisis de sus relaciones e interrelaciones.
Otra modalidad de evaluación que no puede faltar es el análisis coste-beneficio, que estudia la elación entre los costes del programa y sus resultados en términos monetarios.
La evaluación del conjunto sería la última modalidad, que comprende tanto las metas del programa como su repercusión, las alternativas disponibles y/o los costes de su actuación.
fuentes:
-CORBETTA, P. (2003) Metodología y Técnicas de Investigación social. Madrid: McGraw-Hill. Pp: 115-219 y 289-319.
-VALLES, M. (1997) Técnicas cualitativas de Investigación social. Reflexión metodológica y práctica profesional. Madrid. Síntesis. Cap. 3. Pp: 69-105
-CEA, D’ANCONA, M.A. (1996) Metodología cuantitativa. Estrategias y técnicas de investigación social Madrid. Síntesis. Cap. 3: pp. 91-122 y 159.202
- E. BABBIE. (1996) Manual para la práctica de investigación social.
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