miércoles, 3 de abril de 2013

El proceso de Investigación Social (Sexta Parte): La Operacionalización

Otro componente muy relevante en la investigación es la operacionalización del problema de investigación. Del marco teórico de la investigación, que ya he mencionado previamente al hablar de la documentación o revisión bibliográfica, se extraen deductivamente unas hipótesis (respuestas probables a las preguntas iniciales que podrían designarse como los a priori del investigador). Estas hipótesis deben ser operacionalizadas para poder ser analizadas, proceder a su medición.
Por tanto, la operacionalización es una fase muy importante de la investigación ya que hace posible la medición de conceptos y su contrastación empírica.

 En el proceso de operacionalización se debe distinguir entre conceptualización y medición. La conceptualización consiste en la clarificación de ideas. Respecto a la medición, hay diversas opiniones acerca de su significado. Stevens considera que la medición es la “asignación de números a objetos o acontecimientos de acuerdo con determinadas reglas”. En cambio, otros autores rechazan esa definición debido a que consideran que no todos los fenómenos sociales pueden ser entendidos como objetos o acontecimientos. Por esta razón, D´ancona optará por definirlo como el proceso que vincula conceptos abstractos (no observables, a nivel teórico) a indicadores empíricos (la respuesta observable que será el centro del proceso).
El proceso de operacionalización implicaría una triple relación entre los conceptos teóricos y las operaciones físicas de medición y entre estas últimas con los símbolos matemáticos.


 Por tanto, los conceptos constituyen el puente entre lo teórico y lo empírico puesto que a través de la operacionalización de los conceptos se realiza la traducción empírica de una teoría. ¿Cómo? Primero convirtiéndolos en propiedad de los objetos o unidades de análisis (que son el objeto al que se refieren las propiedades), luego dando una definición operativa del concepto-propiedad y, por último, el paso de la propiedad a la variable (operacionalización). A cada variable se le asigna un valor que, como afirma Marradi, no siempre se trata de una operación de medición, sino también de clasificación, de ordenación o de cómputo.  

 Esto es, para la concreción de los conceptos abstractos se precisan indicadores, que pueden materializarse de diversas maneras dependiendo de la técnica de obtención de información, y que se emplean para cuantificar, e inferir, la existencia o inexistencia de un concepto, siempre en términos probabilísticos. Un solo indicador puede no ser suficiente para medir un fenómeno de forma eficaz por lo que, para mayor precisión, se recomienda acudir a la operacionalización múltiple y al empleo de más de un indicador para el mismo concepto (puesto que un concepto puede abarcar muchos aspectos).
Se distinguen diversas fases dentro del proceso de operacionalización: representación teórica del concepto, especificación del concepto dividiéndolo en dimensiones, seleccionar una serie de indicadores a cada una de esas dimensiones, asignación de un peso o valor a cada indicador y, a partir de los mismos, confeccionar un índice (medida común que agrupa a los diversos indicadores de un concepto).

Para el cálculo de un índice se recurre a la ponderación (“asignar pesos a los distintos valores que presentan los indicadores”). 
Es relevante mencionar, además, el análisis factorial que se ocupa del análisis de las interrelaciones entre un gran número de variables y expresarlas en términos de sus factores comunes.

Fuentes:
-CORBETTA, P. (2007) Metodología y Técnicas de Investigación social. Madrid: McGraw-Hill. Pp: 67-105
-HERNÁNDEZ SAMPIERI, C.R. (2006) Metodología de la Investigación. México: McGraw-Hill.
-CEA, D’ANCONA, M.A. (1996) Metodología cuantitativa. Estrategias y técnicas de investigación socialMadrid. Síntesis. Cap 3.
- E. BABBIE. (1996) Manual para la práctica de investigación social.

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