miércoles, 20 de marzo de 2013

El proceso de Investigación Social: Segunda parte


Las investigaciones de cualquier tipo se inician mediante ideas, que consisten en el primer acercamiento a la realidad que se investigará y pueden provenir de diversas fuentes: desde experiencias personales, medios de comunicación como la televisión o Internet hasta el resultado de una reflexión profunda. Dada la vaguedad de las ideas iniciales, el investigador deberá documentarse, realizar una revisión bibliográfica sobre el tema y otros similares, para familiarizarse con la idea de investigación y precisarla.
Es necesario conocer los antecedentes, es decir, los estudios que se han realizado anteriormente para estructurar la idea, darle un enfoque novedoso, prevenir posibles errores cometidos en estudios anteriores, ser capaz de elegir la perspectiva fundamental o disciplina desde la que se abordará, el enfoque (cuantitativo, cualitativo o mixto)… 
Respecto a la visión novedosa, hay temas que ya han sido investigados en estudios anteriores (unos más estructurados y formalizados, otros menos…) por lo que, en ocasiones, es necesario actualizar estudios previos, adaptarlos a contextos diferentes o conducir planteamientos a través de nuevos caminos. Estas ideas, además, pueden servir para solucionar problemas y/o elaborar teorías. 

D´ancona, además, habla de la importancia de complementar la revisión bibliográfica con una discusión profunda del tema con otros investigadores y con entrevistas de los implicados en el problema a investigar. 
Así, asegura, se configura el marco teórico y metodológico de la investigación que servirá de marco de referencia para la interpretación de los resultados obtenidos tras la finalización de la investigación. 

Una vez se ha concebido la idea se ha de plantear el problema de investigación.
En el plano cuantitativo la palabra clave es delimitar, el investigador debe conceptuar y escribir el problema en forma clara, precisa y accesible.
Además, el planteamiento tiene que poder probarse empíricamente y expresar una relación entre dos o más conceptos o variables.
El planteamiento del problema en el proceso cuantitativo consiste en estructurar de manera más formalizada la idea de investigación a través del desarrollo de una serie de elementos. Por un lado, los objetivos generales y específicos de la investigación o guías del estudio que precisan claridad y pueden ser modificados o sustituidos durante el curso de la investigación. Otro elemento son las razones que motivaron la elección de ese problema en concreto. También las preguntas de investigación o el qué de la investigación que resumen lo que será la investigación y que, además, deben ser específicas. León y Montero enuncian algunos requisitos que deben cumplir las preguntas de investigación: que no se conozcan las respuestas, que puedan responderse con datos observables, que sean claras, impliquen usar medios éticos y que aporten conocimiento. Por otro lado, la justificación de la investigación, es decir, demostrar que el estudio es necesario e importante, si resuelve algún problema, si genera conocimiento, si tiene valor metodológico…

También es importante la viabilidad de la investigación, su factibilidad, que va en función de la disponibilidad de recursos (capacidad y medios para cumplir el proyecto de investigación), las fuentes (bibliografía básica) y otros recursos necesarios como el personal, el equipo material…
Otro elemento es la evaluación de las deficiencias en el conocimiento del problema, es decir, qué falta por estudiar y qué no se ha considerado.
Además, conviene tener en cuenta las consecuencias positivas o negativas de la investigación así como la planificación del tiempo de ejecución de la investigación, es decir, establecer una cronología de tareas o duración de las fases de investigación por medio de técnicas como el PERT que miden el tiempo aproximado, la probabilidad de retraso de las tareas… y que es indispensable para que la investigación finalice con éxito.


Esta elaboración del proyecto de investigación influye de forma directa en el diseño de investigación que consiste en la planificación de la estrategia, es decir, en especificar cómo va a realizarse la investigación. La elección de la estrategia, a su vez, influirá en la muestra del estudio, las técnicas de recogida de información y en las técnicas de análisis de datos (documental, estadístico, estructural, interpretacional o de contenido). Para Ibáñez, el investigador social suele elegir la técnica que tiene más a mano y siempre debe justificarse.

Fuentes:
-CORBETTA, P. (2007) Metodología y Técnicas de Investigación social. Madrid: McGraw-Hill. Pp: 67-105
-HERNÁNDEZ SAMPIERI, C.R. (2006) Metodología de la Investigación. México: McGraw-Hill. Caps. 2, 3, 4,5 y 12
-CEA, D’ANCONA, M.A. (1996) Metodología cuantitativa. Estrategias y técnicas de investigación socialMadrid. Síntesis. Cap 3.

0 comentarios:

Publicar un comentario